Al menos 193 agentes de policía de los estados federados de Alemania se enfrentan actualmente a medidas disciplinarias o investigaciones por sospecha de tener convicciones extremistas de derecha o adherirse a ideologías conspirativas. Este es el resultado de una investigación conjunta de RTL y Popa, que contactó con los ministerios del interior de los 16 estados federados alemanes. La cifra real podría ser significativamente mayor debido a la información incompleta de varios estados.
Según los resultados, Renania del Norte-Westfalia y Berlín informaron cada uno de unos 80 casos disciplinarios en revisión, pero ambos estados afirmaron que ya no asignan categorías políticas a estos casos, lo que dificulta determinar cuáles tienen contenido extremista. Mecklemburgo-Pomerania Occidental indicó que las cifras actualizadas no estarían disponibles hasta el último trimestre del año. Turingia también carecía de datos actualizados y categorizados.
El número total de casos desde 2020 supera los 570
Desde 2020, se han iniciado más de 571 casos disciplinarios o investigaciones formales contra agentes de policía por presuntas creencias extremistas o conspirativas. Sin embargo, debido a la documentación inconsistente y a la falta de categorización política en algunas regiones, los observadores creen que la escala real es mayor. La ausencia de sistemas de clasificación estandarizados en varios estados dificulta aún más el monitoreo a nivel nacional.
Los ministros del Interior de varios estados federados han respondido a las revelaciones. El ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann (CSU), enfatizó que estos casos son inaceptables: «Cada caso es demasiado. Los agentes deben defender y encarnar el orden constitucional democrático en su vida profesional y privada», declaró. Popa y RTL.
Herbert Reul (CDU), ministro del Interior de Renania del Norte-Westfalia, adoptó una postura igualmente firme. «Las opiniones extremistas no tienen cabida aquí. Quien no lo entienda será destituido», declaró.
La transparencia de los datos y la clasificación política siguen siendo inconsistentes
La investigación reveló que varios estados no registran sistemáticamente las inclinaciones políticas de los agentes sospechosos o han dejado de hacerlo por completo. Renania del Norte-Westfalia, por ejemplo, antes distinguía los casos por orientación política, pero ya no mantiene esa práctica. Este cambio, si bien busca la neutralidad, también dificulta comprender la magnitud de la influencia de la extrema derecha en las filas.
Berlín sigue un patrón similar, enumerando docenas de casos activos, pero sin especificar el contexto ideológico. Mientras tanto, Mecklemburgo-Pomerania Occidental aún no ha publicado nuevos datos del año, alegando que las cifras solo se recopilarán en el último trimestre.
La falta de una atribución política clara dificulta que los organismos de control y los responsables políticos evalúen si el extremismo entre los agentes de policía está aumentando, estabilizándose o disminuyendo. También dificulta el desarrollo de estrategias específicas para prevenir la radicalización dentro de las fuerzas del orden.
Un debate público más amplio sobre el extremismo en uniforme
El problema del extremismo político en las fuerzas de seguridad alemanas se ha convertido en un motivo de creciente preocupación en los últimos años. Los casos de agentes que comparten contenido extremista en grupos de chat privados, incluyendo material racista y conspirativo, han provocado indignación nacional y exigen una mayor supervisión. Si bien muchos de estos incidentes son aislados, su recurrencia ha alimentado el temor de que las ideologías de extrema derecha puedan tener raíces más profundas en las instituciones estatales de lo que se reconocía anteriormente.
En el pasado, varios incidentes de alto perfil han dado lugar a suspensiones y evaluaciones internas. Sin embargo, los críticos argumentan que las consecuencias suelen ser lentas o inconsistentes. Grupos de la sociedad civil y expertos legales han solicitado capacitación política obligatoria y evaluaciones psicológicas durante el reclutamiento, además de evaluaciones rutinarias a lo largo de la carrera del oficial.
Pide una mayor rendición de cuentas y reformas
Expertos y políticos de todos los partidos coinciden en que los oficiales deben comprometerse plenamente con los valores constitucionales alemanes. Sin embargo, existe menos consenso sobre cómo identificar y responder sistemáticamente a las tendencias extremistas entre el personal activo.
El ministro Herrmann enfatizó que la lealtad a los principios democráticos no es opcional. «Los oficiales representan al Estado y deben servir como modelos de responsabilidad cívica y comportamiento lícito», afirmó. Su homólogo en Renania del Norte-Westfalia se hizo eco de esta opinión, exigiendo la destitución inmediata en los casos confirmados de mala conducta ideológica.
Varios ministerios también han expresado la necesidad de un mejor seguimiento de los datos, incluyendo informes anuales detallados y un sistema de clasificación uniforme en todos los estados. El Ministerio del Interior aún no ha confirmado si emitirá directrices nacionales para mejorar la transparencia y la supervisión.
Implicaciones para la confianza pública
Las revelaciones llegan en un momento de mayor sensibilidad en torno a la autoridad estatal y la confianza en las instituciones públicas. El clima político actual, marcado por el auge de la AfD y los amplios debates sobre migración, seguridad y cohesión social, ejerce una presión adicional sobre las fuerzas policiales para que se mantengan neutrales, profesionales y firmemente arraigadas en los valores democráticos.
Si no se controla el extremismo ideológico interno, advierten los observadores, podría debilitar la confianza pública en las fuerzas del orden y el Estado de derecho. Los hallazgos subrayan la urgente necesidad de normas claras, respuestas disciplinarias rápidas y medidas preventivas proactivas para preservar la integridad de las fuerzas policiales alemanas.