Mientras Alemania se enfrenta a una creciente migración industrial, los principales organismos económicos advierten de que, si no se toman medidas decisivas pronto, el éxodo de empresas hacia países económicamente más favorables podría empeorar drásticamente. Esta tendencia plantea una grave amenaza para la condición de Alemania como centro industrial de primer orden.
Tendencias alarmantes en la reubicación de empresas
La huida de empresas de Alemania ya está en marcha. Según Dirk Jandura, presidente de la Asociación Federal de Mayoristas, Comercio Exterior y Servicios (BGA), “ya ha comenzado la deslocalización de las instalaciones de producción al extranjero”. Esta migración es más pronunciada entre las grandes empresas, mientras que las pequeñas y medianas empresas sufren considerablemente o incluso cierran. Según Jandura, esto supone una “declaración de quiebra para Alemania como sede de las empresas”.
Los impulsores del vuelo industrial
Entre los factores clave que impulsan este cambio se encuentran los altos costos operativos y los obstáculos burocráticos excesivos. Los sectores con un uso intensivo de energía, como los productos químicos, los metales y la maquinaria, se ven particularmente afectados, impulsados por los costos insostenibles en el mercado interno. Marie-Christine Ostermann, presidenta de la Asociación de Empresarios Familiares, destacó la urgencia de implementar reformas políticas después de las elecciones para evitar que se produzcan más salidas de empresas, especialmente en las industrias de alto consumo de energía y de manufactura que ya luchan con los altos costos y las barreras regulatorias.
Repercusiones económicas y sociales
Las consecuencias de esta tendencia van más allá de las repercusiones económicas inmediatas. La Cámara de Comercio e Industria Alemana (DIHK) considera que se trata de una crisis estructural, ya que las condiciones básicas para hacer negocios en Alemania ya no son competitivas. “Las empresas de aquí han tenido que hacer frente a muchas nuevas cargas y demasiadas intervenciones gubernamentales en los últimos años”, afirmó el presidente de la DIHK, Peter Adrian, haciendo hincapié en la caída de la confianza en Alemania como lugar de negocios.
Pide revisiones de políticas estratégicas
Para hacer frente a estos desafíos, los líderes del sector piden acciones políticas específicas. Ralf Wintergerst, presidente de la asociación digital Bitkom, aboga por reducir la burocracia y potenciar la digitalización de las administraciones, incluida la creación de identidades digitales para las personas jurídicas. También son cruciales las medidas para abordar la escasez de personal especializado en TI y la desregulación de las políticas autoritarias.
La competitividad internacional de los precios de la energía es especialmente preocupante, ya que disuade a las industrias que consumen mucha energía, como los centros de datos, que son esenciales para una infraestructura digital confiable y segura. “Necesitamos un impulso a la política digital”, afirma Wintergerst, subrayando la necesidad de cambios en las políticas para retener a las empresas y estimular las inversiones.