El precio de los billetes se mantiene, pero la financiación sigue sin resolverse
El futuro del popular billete alemán (Deutschlandticket) sigue siendo incierto, ya que los gobiernos federal y estatal no lograron un nuevo acuerdo de financiación durante la última reunión de ministros de transporte en Berlín. Si bien todos los participantes reafirmaron su compromiso de mantener el billete nacional, que permite el acceso al transporte público regional y local, el método de financiación más allá de 2025 sigue sin resolverse.
Lanzado en mayo de 2023, el Germany Ticket se diseñó para simplificar la movilidad y hacer el transporte público más asequible. Con un precio inicial de 49 €, la cuota mensual aumentó a 58 € en enero de 2025. Este billete cuenta actualmente con alrededor de 13 millones de usuarios activos en todo el país y se considera un hito en la política de transporte alemana. A pesar de su popularidad, la forma de cubrir los costes futuros se ha convertido en un tema de creciente controversia.
No habrá fondos adicionales de los estados
Christian Bernreiter (CSU), ministro de Transporte de Baviera y actual presidente de la Conferencia de Ministros de Transporte, confirmó que todos los estados federados apoyan la continuación del programa de billetes. Sin embargo, también enfatizó que los estados federados no contribuirán más de su cuota actual de 1.5 millones de euros anuales. Esta cifra ha sido igualada por el gobierno federal desde el inicio del programa.
«Apoyamos plenamente la candidatura alemana», declaró Bernreiter tras la sesión especial, «pero, financieramente, hemos llegado al límite». Con las restricciones presupuestarias que afectan a todos los estados federados, aumentar su parte del subsidio parece política y económicamente inviable.
Según las proyecciones para 2026, el sector del transporte público necesitará aproximadamente 500 millones de euros más que los 3 millones de euros aportados actualmente por los gobiernos federal y estatal. Los estados argumentan que, dado que el gobierno federal se comprometió a congelar los precios hasta 2029 en el acuerdo de coalición, también debe ser él quien asuma la financiación adicional necesaria para cumplir dicho compromiso.
El Gobierno Federal también duda en aumentar la cuota
El ministro federal de Transporte, Patrick Schnieder (CDU), expresó una reticencia similar a aumentar el gasto federal. En declaraciones a la televisión pública, reiteró que la contribución federal debería mantenerse en 1.5 millones de euros anuales. Si bien ambas partes afirman su deseo de preservar el programa, ninguna está dispuesta actualmente a cubrir el déficit previsto.
Schnieder sugirió formar un grupo de coordinación conjunto para desarrollar un modelo de financiamiento a largo plazo. Hasta entonces, el gobierno federal insiste en un acuerdo de reparto equitativo de costos, aun cuando los costos operativos de los proveedores de transporte público siguen aumentando.
El Bundesrat ha exigido claridad y compromiso legislativo al gobierno federal para garantizar la continuidad del programa. Sin un modelo de financiación seguro, los operadores de transporte de toda Alemania se arriesgan a déficits financieros que podrían derivar en recortes de servicios o subidas de tarifas si no se implementa una solución para 2026.
El acuerdo de coalición bajo escrutinio
El actual acuerdo de coalición federal, formado por la CDU, la CSU y el SPD, establece que el Billete Alemania se mantendrá después de 2025 y que las contribuciones de los usuarios aumentarán gradualmente a partir de 2029. Hasta entonces, el precio debería mantenerse estable para brindar seguridad tanto a los pasajeros como a las empresas de transporte.
Sin embargo, este compromiso se asumió sin garantías formales de costos por parte de los estados, lo que generó crecientes tensiones sobre quién debería ser ahora responsable de las cargas financieras imprevistas. Varios funcionarios estatales señalaron que no participaron en las negociaciones originales y que no se debe esperar que cumplan las promesas federales.
La ministra de Transporte del Sarre, Petra Berg (SPD), enfatizó que el gobierno federal debe actuar conforme a sus propias políticas. "Si Berlín quiere que el precio se mantenga, tiene que pagar por ello", declaró. Berg también confirmó que las autoridades federales no han propuesto ningún mecanismo para evitar un aumento de precios y, al mismo tiempo, evitar una mayor presión sobre los presupuestos estatales.
La incierta trayectoria de los precios genera debate político
Si bien la estabilidad de precios sigue siendo oficialmente el objetivo, los representantes federales no se han comprometido a mantener el precio del billete en 58 € más allá del año en curso. Durante la conferencia, el tema de los precios no se abordó en profundidad, lo que avivó la preocupación sobre su asequibilidad para los pasajeros en el futuro.
Mientras tanto, el Partido Verde ha exigido el regreso inmediato al precio mensual original de 49 €. Katharina Dröge, líder del grupo parlamentario del partido, advirtió que un precio de 58 € ya lo sitúa fuera del alcance de muchos residentes con bajos ingresos. Los Verdes exigen una garantía federal-estatal para restablecer el precio más bajo, argumentando que la movilidad asequible debe seguir siendo una prioridad absoluta.
Soluciones temporales, pero aún no hay una solución a largo plazo
Para evitar una crisis de financiación antes de finales de 2025, se había aplicado una estrategia provisional: los superávits presupuestarios restantes de 2023 y los modestos aumentos de precios ayudaron a cubrir las brechas anteriores. Sin embargo, estas soluciones puntuales ya no son suficientes. Las empresas de transporte ya han expresado su preocupación por cubrir los gastos operativos sin un plan de financiación permanente.
Como resultado, se espera una segunda reunión extraordinaria de la Conferencia de Ministros de Transporte antes del próximo periodo ordinario de sesiones de otoño. En ella, un grupo de trabajo específico se propone desarrollar un marco de financiación concreto que pueda adoptarse e implementarse legalmente antes de principios de 2026.
Mientras tanto, tanto los pasajeros como los proveedores de transporte se encuentran en un estado de incertidumbre. Si bien las autoridades siguen describiendo el Billete Alemania como un éxito, su futuro depende ahora de si se logra un acuerdo político a tiempo para garantizar la estabilidad de la financiación y los precios.