El Canciller Merz se convierte en patrocinador de la Iniciativa de Igualdad de Liderazgo
El canciller alemán, Friedrich Merz, ha asumido oficialmente el patrocinio de la iniciativa "Chef:innensache", una red que busca promover la igualdad de género en puestos de liderazgo en el ámbito empresarial, político e institucional. Siguiendo los pasos de los excancilleres Angela Merkel y Olaf Scholz, la participación de Merz representa un intento de alinear a su gobierno con la creciente demanda de igualdad de oportunidades en los niveles más altos de la toma de decisiones.
La conferencia anual de la iniciativa, celebrada en Berlín, celebró su décimo aniversario con un discurso inaugural de Merz, quien reconoció que la representación igualitaria de las mujeres en puestos de liderazgo no solo es una obligación moral, sino también un requisito para la competitividad económica y la estabilidad democrática de Alemania. Sin embargo, su mensaje ha sido objeto de escrutinio debido al desequilibrio de género en su propio equipo asesor y en las estructuras de liderazgo de su partido en general.
Un controvertido defensor de la igualdad
El Canciller Merz mantiene una larga y compleja relación con los temas de igualdad de género. En el pasado, rechazó públicamente el lenguaje inclusivo de género y se opuso a las reformas institucionales que promueven la representación equitativa. Durante las campañas electorales, criticó la idea de las cuotas y expresó su escepticismo sobre si las mujeres en puestos de liderazgo siempre se seleccionaban por méritos.
Este historial ha suscitado escepticismo, sobre todo entre los críticos que señalan la composición predominantemente masculina del círculo íntimo de Merz y de la coalición CDU/CSU. En las ruedas de prensa, portavoces del gobierno incluso bromean sobre el desequilibrio de género. Sin embargo, Merz parece ahora abrazar los principios de igualdad de oportunidades con mayor franqueza que antes, considerando la paridad de género en el liderazgo una prioridad política y una necesidad económica.
Palabras fuertes en la conferencia Chef:innensache
En su discurso en la conferencia, Merz planteó una postura firme: la falta de mujeres en puestos directivos no solo representa un problema social, sino una oportunidad económica perdida. Calificó las estadísticas actuales de inaceptables, señalando que en muchas grandes empresas que no están sujetas a cuotas de género legales, los equipos directivos aún reportan cifras objetivo de "cero mujeres" en puestos ejecutivos.
Enfatizó que el cambio no puede depender únicamente de esfuerzos voluntarios y expresó su apoyo a las cuotas vinculantes, argumentando que limitar la autonomía corporativa a corto plazo favorece la libertad y la equidad a largo plazo. Según Merz, «Los equipos mixtos toman mejores decisiones. Son más resilientes e innovadores, y fortalecen tanto a las empresas como a las instituciones democráticas».
Sus comentarios abordaron la histórica subrepresentación de las mujeres, la persistencia de estereotipos obsoletos en la evaluación del potencial de liderazgo y la continua falta de modelos femeninos a seguir en puestos directivos. Agradeció a iniciativas como "Chef:innensache" por abordar estas deficiencias e instó a más empresas a adoptar sistemas estructurados de mentoría y apoyo interno para acelerar la transición.
Merz reconoce el desequilibrio de género en su propio partido
A pesar de su retórica recientemente agudizada, Merz admitió que la CDU aún presenta importantes problemas estructurales en cuanto a la representación de género. Solo una cuarta parte de los miembros de la CDU son mujeres, lo que se traduce en una menor presencia femenina en comités y puestos directivos. Si bien su gabinete actual presume de una casi paridad —con ocho mujeres y nueve hombres—, el aparato del partido en su conjunto sigue estando fuertemente dominado por los hombres.
Merz instó a las mujeres a participar más activamente en la vida política y animó a los partidos a apoyar la creación de redes internas y las estructuras de desarrollo para el talento femenino. Subrayó que las instituciones públicas deben dar ejemplo si Alemania quiere alcanzar sus objetivos nacionales de igualdad de género, especialmente los establecidos en la Ley Federal de Igualdad, que busca una representación femenina del 50 % en puestos de liderazgo para finales de 2025.
El progreso existe pero es desigual
Según Merz, se observan avances. La proporción de mujeres en los consejos de administración de las grandes empresas sujetas a cuotas obligatorias casi se ha duplicado desde 2015, alcanzando el 38 %. En los consejos de administración, la proporción se ha más que cuadruplicado, pero aún se mantiene por debajo del 25 %. En los consejos de administración de nombramiento público y en los comités federales de supervisión, las mujeres ocupan ahora casi la mitad de los puestos.
Sin embargo, cientos de empresas fuera del marco obligatorio aún mantienen una representación femenina nula en la alta dirección, una situación que Merz criticó abiertamente. Subrayó que la igualdad de oportunidades requiere no solo el cumplimiento de la normativa, sino también un cambio cultural en las prácticas de contratación y las políticas de promoción interna.
La brecha de género en la influencia política
El contraste entre las declaraciones públicas de Merz y la realidad de las negociaciones políticas dentro de su gobierno sigue siendo marcado. El influyente comité de coalición, responsable de importantes decisiones políticas, está compuesto por ocho hombres y una sola mujer. Los críticos argumentan que esto socava la credibilidad del compromiso de Merz con la igualdad de género, especialmente cuando las decisiones cruciales suelen tomarse a puerta cerrada.
La política de la CDU, Julia Klöckner, abordó este desequilibrio directamente, declarando en una entrevista televisada: «Cuando la situación se pone seria, todavía parece que los hombres toman el control. Pero la sociedad ya ha avanzado».
Mirando más allá de las cuotas
Merz enfatizó que, si bien las cuotas de género son un mecanismo necesario, no son la panacea. Señaló los persistentes sesgos culturales, las rígidas condiciones laborales y el predominio de las redes masculinas como desafíos estructurales más profundos. Añadió que cualidades de liderazgo como la decisión y la competencia todavía se asocian con demasiada frecuencia a los hombres, incluso cuando las mujeres demuestran capacidades iguales o superiores.
Agradeció a la iniciativa "Chef:innensache" por su contribución a desafiar estas normas y ofrecer apoyo tangible a las mujeres. Mediante programas de mentoría, coaching y formación, la iniciativa ha contribuido a transformar la cultura corporativa de más de 100 importantes organizaciones en Alemania.
Una visión para el futuro
Al concluir su discurso, Merz expresó su esperanza de que iniciativas como "Chef:innensache" desaparezcan algún día, no porque la igualdad de género se haya convertido en una tendencia, sino porque se ha materializado plenamente. Instó a hombres y mujeres, tanto en la política como en los negocios, a mantenerse comprometidos y a seguir impulsando un cambio estructural y cultural.
Sus comentarios reflejan un cambio de tono, aunque aún no de transformación estructural. Queda por ver si esta nueva postura se traducirá en un cambio duradero. Por ahora, la atención se centra en el Canciller y en si su liderazgo traducirá sus palabras en hechos.